Usar las redes sociales para promocionar tu negocio parece algo simple y sencillo.
Lanzas un par de posts y listo, a esperar que tus clientes lleguen y comiencen a comprarte como locos.
Pero en realidad eso no funciona así.
Cada uno de tus posts debe formar parte de una estrategia clara y bien definida.
Gestionar bien las redes sociales es como montar una fiesta.
Tu trabajo es que la gente se sienta cómoda, que se diviertan y lo pasen bien.
Pero para ello tienes que tener un plan sólido, una mente abierta y prestar toda tu atención a las necesidades y preferencia de tus invitados.
Lo mismo ocurre con las cuentas en redes sociales.
Para que todo funcione debidamente en las redes sociales, debes prestar atención a 4 cosas: la voz, el contenido, el timing y la conversación.
Vamos a ver de qué se trata cada una:
La voz
Tienes que crear una forma de hablar con tus clientes.
Debes definir si vas a hablarles de tú, de usted, como si fueses una persona o una compañía, etc…
Para eso lo primero que debes hacer es conocer perfectamente a tus clientes.
¿Cuáles son sus intereses? ¿Dónde viven? ¿A qué se dedican? ¿Qué lugares visitan?
En definitiva debes crear un Buyer Persona.
El contenido
El contenido es el punto más importante (ya sea en tu blog o en redes sociales).
El contenido que compartas en redes sociales debe mantener un estilo homogéneo que represente la imagen y principios de tu compañía.
Es importante tener en cuenta que no debes usar las redes sociales solo para venderte a ti o a tu producto.
Debes usarlas para contar tu historia, conectar con tu comunidad y para mostrar cómo es tu compañía o productos.
Una buena idea es mostrar a tu comunidad el “detrás de las cámaras”, compartir noticias del día a día de tu compañía, mostrar eventos, publicar tutoriales sobre tus productos, etc…
Otra buena idea es pedirle a tus clientes que opinen y compartan la experiencia de usar tus productos.
Todo esto ayudará a crear una comunidad más unida y participativa.
El timing
Hay que usar las redes sociales para llegar a nuestro público y generarles interés sobre tus productos o servicios, pero sin cruzar la línea y acabar siendo pesado.
Por eso es tan importante el timing.
Lo primero que tienes que hacer es definir el número de posts que vas a publicar diariamente.
Eso variará dependiendo de cada caso y del público.
Una vez que tengas el timing claro deberías plasmarlo en un calendario de publicación.
Pero cuidado, es malo saturar a tu público, pero es igual de malo quedarse en silencio y dar la imagen de que tu compañía no tiene nada que decir.
La conversación
Por último, recuerda que la conversación no se reduce exclusivamente a ti.
Trata de conocer a tu público, ellos son tu focus group.
Haz preguntas.
Inicia diálogos.
Responde.
SOCIALIZA!
Puedes presionar un poco las cosas de vez en cuando con una llamada a la acción.
Por ejemplo, puedes pedirle a tu público que haga algo, puedes pedirles que te envíen fotos usando cierto hashtag, que comparta fotos utilizando tus productos o que contesten una encuesta.
Está bien la idea de impulsar ventas en redes sociales, pero no te olvides de entretener a tu cliente, y aportarles algo de valor e interés.
Lo mejor de las redes sociales es que te permiten llegar a cualquiera, puedes interactuar con el vecino de abajo, la cajera del supermercado, el director del banco o la celebridad de turno, todos están al alcance de un post.
Habla con ellos, interactúa, pero no te olvides que de la misma forma todos pueden contactar contigo, así que debes estar atento y contestar a todos.
Espero que este post te sirva para iniciar la andadura de tu compañía en redes sociales y recuerda que si necesitas consejo puedes contactar conmigo e intentaré ayudarte.